Extraído del libro Parásitos Humanas (Página 6).
Los parásitos afectan al organismo humano de maneras muy diversas, dependiendo del tamaño, número, localización, etc.
Los efectos mecánicos son producidos por obstrucción, ocupación de espacio y compresión; el primero sucede con parásitos que se alojan en conductos del organismo, como en la obstrucción del intestino o vías biliares por Ascaris adultos. El segundo ocurre con aquellos que ocupan espacio en visceras, ej. invasión del cerebro por cisticercos y el tercero por compresión o desplazamiento de tejidos como sucede por parásitos grandes como el quiste hidatídico.
Los parásitos pueden causar traumatismo en los sitios en donde se localizan, ej. Trichurís trichiura que introduce su extremo anterior en la pared del colon.
Algunos parásitos producen sustancias tóxicas o metabólicas que tienen la capacidad de destruir tejidos. En esta categoría se encuentran las sustancias líticas producidas por Entamoeba histolytica.
Los parásitos y sus productos de excreción derivados del metabolismo, producen reacción de hipersensibilidad inmediata o tardía, como sucede con las manifestaciones alérgicas a los parásitos o la reacción inflamatoria mediada por células (granulomas) presentes en la esquistosomosis.
Estos mecanismos se refieren al consumo de elementos propios del huésped por parte de los parásitos. Ej. la pérdida de sangre por succión, en el caso de las uncinarias.