La razón es que en luna llena muchos de los parásitos de los órganos del aparato digestivo, se mueven de un lugar a otro buscando el sexo opuesto para copular.
En ese momento abandonan sus zonas más seguras y están más expuestos. Por eso es el momento en el que seremos más eficientes en nuestro ataque con los fármacos y por eso usamos en primer lugar el pirantel, porque los paraliza, y así los bichos no pueden huir.
El albendazol o el fenbendazol se pueden tomar en cualquier momento, de hecho cuando sólo tienes el albendazol como es muy versátil, en luna llena lo usamos separado de las comidas para potenciar su acción en la luz intestinal y en luna nueva lo usamos junto con comidas grasas para potenciar su acción en el resto del cuerpo.
Por un tema práctico, para ir más rápido, cuando vi que pasaba mucho tiempo entre ciclo y ciclo si lo hacía sólo en luna llena, pensé la manera de hacer un ciclo intermedio.
Considerando que la mayor eficacia del uso de antihelmíniticos de acción en la luz intestinal se consigue en luna llena por el movimiento de parásitos en esos días y a falta de datos de periodicidad lunar en parasitosis en otras ubicaciones del cuerpo, empecé a hacer ciclos con albendazol en luna nueva.
Podría decir, el día uno de cada mes empezamos con los de acción luminar y el 15 con los de acción sistémica...
Pero más eficaz y romántico en luna llena y en luna nueva 🙂
Si vas a empezar, y nunca has desparasitado, el mejor momento es ahora mismo, no te esperes a la luna llena, haz medio ciclo ya.